martes, 22 de septiembre de 2009

Un verdadero gentleman

Nacido de padre inglés, procedente de St. Kitts, que vino en los años 20 a trabajar al país como capataz de uno de nuestros ingenios azucareros, pero de madre dominicana, supervisor de vigilantes en uno de los proyectos habitacionales del interior del país, es el menor de quince hermanos. Escuchar su historia me hace sentir esperanzada de que, sin usar la lámpara de Demóstenes, todavía puedan encontrarse hombres serios y honestos.

Me cuenta que desde niño sintió una fuerte afición al deporte, particularmente al béisbol. Su vida era estudiar y su pasión jugar pelota, aunque no desperdiciaba ocasión para hacer algún trabajo y ganarse unos chelitos. Comenzó a trabajar muy joven en la zona franca de San Pedro de Macorís, como pulidor de diamantes, y soñaba con que algún escucha de béisbol lo seleccionara para Grandes Ligas. Cuando la oportunidad se le presentó tuvo que desecharla para no comprometer sus valores morales y dijo adiós a su sueño de ¨ poner a valer a su mamᨠ.

Dice que obtuvo su actual trabajo gracias a que, aunque sólo terminó sus estudios primarios, habla inglés porque estudió en un colegio bilingüe y su papá le reforzaba por las noches sus conocimientos de ese idioma. Hace once años, recién estrenando su actual trabajo, caminaba por la noche en su función de vigilante cuando se encontró con Steve Ankrom, V.P. de ventas de Grupo Metro, contemplando el cielo y le preguntó:

- What are you looking in the sky?

Steve, sorprendido, le preguntó a su vez:

- Where did you learn English?

Caminaron juntos varias cuadras y José le contestó que lo había aprendido en la escuela. Al otro día lo llamaron para encargarle las funciones actualmente a su cargo. Realiza sus labores desde la puerta principal de este proyecto, con tanto esmero y dedicación que goza del aprecio de todos los que allí viven. Es además un resuélvelo todo y dudo que exista alguien allí que no haya recurrido a él en algún momento para pedir su ayuda, pues tiene una capacidad de servicio sólo superada por el respeto y la corrección con que trata a todos. Es un verdadero gentleman. Tiene tres hijos, dos varones de 18 y 4 años, y una joven de 15. Sus dos hijos también se llaman José y quieren ser peloteros; el mayor entrena duramente para alcanzar su meta. Le brillan los ojos y no puede evitar una sonrisa, en su rostro generalmente serio, cuando habla de sus tres hijos. Como sólo es capaz de hacerlo un buen padre, aunque le encanta compartir con sus hijos, trabaja sin descanso para proporcionarles la mejor educación que sus medios le permitan, porque aún si alguno de ellos lograra ser seleccionado por un equipo de Grandes Ligas, insiste en que también estudien una carrera universitaria y se preparen debidamente para el futuro.

Yo, que a fuerza de rezar mi rosario hasta tener las cuentas un tanto gastadas, pidiéndole a la Virgen que interceda no sólo por mis proyectos, los de mi hijo, mis familiares y amigos, por mi país y el mundo, sino que ahora agregaré uno más para que José realice sus sueños a través de alguno de sus dos Josés. Que Dios le siga bendiciendo más y a ustedes también.

Les pido además pongan mi persona en oración, para que el Señor me siga dando la fortaleza, el ánimo y la motivación necesaria para seguir adelante con tantos proyectos y anhelos que espero pronto convertir en realidad y hacer participe en todo momento a ustedes mis amigos de cada uno de ellos. Te lo pido Señor de una manera especial. Oremos con fe para que nuestro Padre Celestial sea nuestra guía y que todo lo que hagamos sea en su nombre para su gloria y honra. Amén, que así sea.

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