miércoles, 12 de agosto de 2009

EL MAS IMPORTANTE EN EL REINO DE LOS CIELOS

QUIEN ES EL MAS IMPORTANTE EN REINO DE LOS CIELOS?

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 18, 1-5.10.12-14

No alcanzo a comprender la ternera de Jesús por los ¨perdidos¨. Los llama ¨pequeños¨. Jesús no espera dejarse encontrar, él sale a buscar. No se escandaliza por las fallas y las infidelidades, su alegría es encontrar ovejas extraviadas. Más aún, nos advierte: cuidado con despreciar a uno de estos pequeños. Cuidado con estar tan ocupados juzgándolos, que no corran a buscarlos. Cuidado con creerse tan convertidos y justos, que dejen de acogerlos. Aquéllos a quienes consideramos más pequeños, más débiles, más indignos, más pecadores, están más cerca del corazón misericordioso de Jesús, y llegan a ser más importantes en el reino de los cielos. Ellos son los que le hacen salir para buscar, dejar a las otras momentáneamente y regocijarse de manera singular.

Nos cuesta entender tanta gratuidad y osadía de dejar noventa y nueve por buscar sólo una. Será que Jesús no sabe matemáticas? No sabe contar, no sabe que 99 son más que 1? No habrá escuchado el refrán popular que dice que ¨más vale pájaro que en mano que100 volando¨? Parece que la aritmética de Jesús es distinta a la nuestra. Sus cuentas se calculan diferente. Las personas solemos hacer leña del árbol caído. Etiquetamos a los pecadores públicos. Nos herimos de las debilidades de los demás. Jesús, en cambio, utiliza otro método. Sale al encuentro, busca, abraza, besa, perdona, levanta, devuelve la dignidad perdida y se alegra. Lo de Dios no acaba en condenación, lo de Dios acaba en fiesta. En nosotros está el entrar o no, como el hijo mayor de la parábola, en la cena de los ¨perdidos encontrados¨.

Todos hemos sido ovejas errantes en algún momento de nuestra vida. Todavía hoy necesitamos que el buen pastor salga cada día a nuestro encuentro. Esta experiencia tendría que hacernos más sensibles y comprensivos de toda miseria humana en vez de constituirnos en jueces de nuestros hermanos. Jesús busca a sus niños más necesitados de su gracia y nos pide hacer lo mismo. Nos invita a acogerlos, a no despreciarlos, a comprometernos en buscarlos y a compartir su alegría de encontrarlos.

ORACION:
Señor, perdónanos por las veces en que hemos juzgado y condenado a nuestros hermanos, en vez de salir a buscarlos y acogerlos cuando están lejos. Danos la gracia de no escandalizarnos por las ovejas perdidas de tu rebaño, en cambio, danos tus entrañas de misericordia para alegrarnos contigo de su vuelta. Amén.

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