sábado, 25 de julio de 2009

Felicidades Papá

  • He escuchado de labios de muchos padres que ya han pasado por ésta experiencia decir que la paternidad les cambió la vida en un antes y un después, definitivamente ¨Hay que vivirlo para contarlo¨, esa fue la primera frase que escuche de mi esposo cuando tuvo en sus brazos por primera vez a sus hijos.

    Buscando la mejor descripción para la palabra ¨Papá¨, confieso que no encontré ninguna. Son tantos los adjetivos y cualidades que definen a la palabra ¨Papᨠque es muy difícil agruparlas en dos cuartillas, aunque para muchos esto es difícil de creer.

    Pero es que Dios me ha dado la dicha de tener a ¨Andrés¨, un padre fuera de lo común, abnegado, honesto y, sobre todo un luchador incansable que ha sabido dar todo de él para mis hermanos y para mí. Estricto cuando llega el momento de serlo, pero muy flexible y atento cuando llegan las horas de escucharnos. Cuando eres hija de una persona tan maravillosa como mi padre, la figura paterna se hace imprescindible; cuando ese ser se aparta de ti aunque sea por meses o quizás años te sientes morir y, ese alguna vez fue mi caso.

    Hoy celebramos un día muy especial ¨El de los Padres¨ y, nos preparamos para honrarlos, agradarlos y decirles cuanto les queremos y lo importante que han sido en nuestras vidas. Desafortunadamente, a veces la realidad no es de un padre como muchos lo hubieran deseado. Tal vez has añorado que fuera más cariñoso, que te dedicara más tiempo, que compartiera juegos y tiempo de calidad en el hogar y la familia, y la realidad no ha sido así. Pues tal vez, es el momento de crecer, de sanar al ¨niño herido¨ y perdonar, porque SIEMPRE tendremos un Padre en el Cielo que nos ama incondicionalmente y nos muestra el camino del amor y del perdón, y con seguridad hasta el más descuidado de los padres en algún momento ha sentido ternura filial y sentimientos hermosos, porque TODOS siempre tenemos algo bueno en nuestro interior.

    Lo importante es que cada vez más, la gran mayoría de los padres se ocupan y comparten los cuidados de los bebes y según van creciendo sus niños, les dedican el tiempo para hacerlos sentirse amados y atesoran el invaluable lugar de la familia en sus vidas, respetando sus hogares y sembrando la semilla sana y valiosa que la sociedad necesita para crecer fuerte y firme siguiendo el ejemplo de Jesús.

    Conozco muchos padres maravillosos, cristianos, cuidadosos de sus familias a los que admiro y por los que siento una gran ternura y me gustaría mencionarlos pero por bendición de Dios son tantos que podría llenar muchas páginas de nombres y no acabar nunca. Pero no obstante quiero mencionar algunos que se han robado mi corazón con su paso por mi vida, han moldeado mi carácter… me han ayudado a crecer; por el profundo amor que les tengo, ellos también se han convertido en padres para mí, sin importar su edad, posición social y económica:


    Mis tíos Bienvenido y Pedro, por estar siempre pendientes de mí y de toda mi familia.
    Hector, por ser tan incondicional y por esas interminables charlas que me dejan completamente renovada.
    Amable, por ese sentido del humor que te caracteriza y que me hace destornillarme de la risa.
    Mi cuñado Julio Cesar, uno de esos hermanos que Dios me dio la oportunidad de elegir. Padre ejemplar, dedicado y excelente amigo.
    Juan de Dios, definitivamente Dios no me pudo haber enviado mejor Padre para mis hijos. Gracias por tu sacrificio, entrega y dedicación y, por obviar con paciencia cada uno de mis berrinches. Que Dios te bendiga más.
    Y, a un ser muy especial que me llenó de alegría con las cosas más mínimas y siempre estaba dispuesto a compartir conmigo y brindarme un consejo sabio, pero lo más importante de todo, es que me hacía sentir como la niña más especial del mundo… mi hermano Juan, fue una especie de ángel guardián pero, sin proponérselo, se convirtió además en la figura paterna que buscaba cuando la necesitaba. Entre él y yo no habían secretos y he llegado a pensar que él disfrutaba más mis travesuras que yo. Fue quien me enseñó a manejar, y debo admitir, que aunque no era la mejor en esta actividad, nunca me dijo nada, todo lo contrario, me daba fuerzas para seguir adelante sin importar las veces que apaga el carro al pasar el cloche. Ha pesar de que hace un tiempo nos dejo, con poco me hizo muy feliz.


    Gracias Señor por estos hombres que hacen la diferencia y siembran semillitas valiosas en los jardines de sus vidas y la de sus familias, dando luz al mundo que nos acoge.

    Pido al Señor que cada día sean más los que reciban la sabiduría divina y se mantengan en su sitio, honrando el Amor del Padre Celestial y se pregunten ¿Estoy dándole tiempo de calidad a mi familia?, ¿Estoy dedicándole tiempo a mi más valiosa posesión? Algunos tendrán muchas ocupaciones y no mucho tiempo, pero lo importante no es la cantidad sino la calidad de los momentos compartidos con nuestros hijos. En esto admiro profundamente a mi esposo, el cual lo ha sabido aplicar muy bien. Cada día reconozco en él el gran amor hacia sus hijos y los sacrificios que ha hecho para estar junto a ellos. Como a él también quiero bendecir a muchos Padres para que nuestro Señor Jesucristo les de la sabiduría, la alegría, la paz y el amor para hacer que este mundo sea cada día mejor y puedan seguir predicando con el ejemplo.


    Sé que éste sentimiento se extiende a ti papá, porque con cada paso que has dado has contado con esa mano que algo tiene de ángel para ayudarte a convertirte en un mejor ser humano. Estas líneas también te las dedico, por que sé que ese amor incondicional hacia tus hijos se extenderá hasta el día final en que abandones éste mundo.

    A los padres que encontramos en la búsqueda de nuestro camino, porque con su fortaleza nos ayudan a seguir y levantarnos si caemos y a los que por primera vez reciben el milagro de serlo, deseándoles lo mejor en ésta nueva etapa de sus vidas.

    ¡Muchas felicidades! Se merecen lo mejor del universo y todos sus confines.





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